Para sucesivas generaciones de historiadores del arte, Antonio Bonet (A Coruña, 1925 -Madrid, 2020) fue un mentor generoso, una autoridad incuestionable en facetas muy diversas del conocimiento artístico. En contadas ocasiones hay un consenso tan generalizado sobre el liderazgo y la preeminencia intelectual de un estudioso, y la aceptación unánime de ser considerado el último de los grandes maestros de una época. El magisterio de Bonet no fue sólo una aptitud funcional, una capacidad para transmitir los múltiples matices de la cultura aprendida y reelaborada o de la experiencia personal vivida, utilizando los eficaces resortes de la curiosidad nunca saciada y del entusiasmo exultante. Siendo todo ello cierto en su caso, el magisterio de Antonio Bonet iba más allá de su condición de docente para conformar una lección de vida, una predisposición natural al trato afectuoso y una audaz manera de preservar la independencia de pensamiento y la libertad de juicio. En estricto sentido etimológico, el maestro fue con propiedad el magister, voz derivada de magis, esto es, lo más.

Texto extraído del artículo Antonio Bonet, admirado, siempre recordado de la página de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Artículo completo

Bienvenida: J. Antonio Cid: Presidente de la Fundación Ramón Menéndez Pidal

Intervienen:

Fernando de Terán: Arquitecto catedrático de Urbanismo y profesor emérito de la Escuela Superior de Arquitectura
Elena Gallego: Historiadora Directora del Archivo Pedagógico María Goyri/Jimena Menéndez-Pidal
Pedro Álvarez de Miranda: Miembro de la Real Academia Española de la Lengua Patrono de la Fundación Ramón Menéndez Pidal
Juan Manuel Bonet: Crítico de arte y literatura, historiador del arte contemporáneo y poeta