Ciclo de conferencias en a Fundación Juan March

26 de febrero: El árbol del romancero y sus ramas (audición comentada)

Jesús Antonio Cid Martínez

Intervención musical: Sergio Portales (guitarra) y Carmen Cogollo (voz)

Dentro del género de la poesía narrativa popular (~oral~tradicional), el Romancero hispánico es, sin duda la rama más vigorosa de la balada europea.

El singular valor del Romancero como manifestación del arte verbal se debe a ser un fenómeno de longue durée (desde el siglo XIV a nuestros días), y a su dilatada expansión geográfica (de Nuevo México a las comunidades sefardíes de Oriente), y lingüística: una poesía que se canta en español, catalán, gallego y portugués, y judeo-español.

El Romancero ha sostenido un continuo diálogo con la mejor literatura «culta», de Lope de Vega y Góngora a Machado, Juan Ramón, o García Lorca, y ha dejado su impronta en crónicas medievales, el teatro del Siglo de Oro, o la poesía de la Generación del 27 en adelante. También en toda Europa el Romancero ha sido desde el siglo XIX al XXI, desde el Romanticismo a los parnasianos y a los modernos teóricos de la narratología, uno de los mejores y más apreciados embajadores y testimonios de las letras hispánicas. Por último, el acierto estético y la profundidad de sentido que albergan estos breves y aparentemente sencillos poemas que llamamos romances no escapan a la sensibilidad estética de cualquier atento lector.

Hoy, el Romancero como género de poesía viva y colectiva ha cerrado su ciclo y no está ya vigente en las comunidades hispánicas, salvo de forma residual.

Sin embargo, el Romancero sigue siendo una poesía «de uso» que prolonga su atractivo y popularidad más allá de los medios académicos. Por otra parte, los materiales atesorados en archivos y una infinidad de publicaciones han hecho que el Romancero sea uno de los campos más productivos y mejor, o al menos más intensamente, estudiados de la literatura española.

En estas conferencias se toman como punto de partida dos obras clásicas: el libro de Ramón Menéndez Pidal, el Romancero hispánico, teoría e historia, de 1953, y el de Diego Catalán, Arte poética del Romancero oral, de 1997, que recoge un ciclo de conferencias pronunciadas en la Fundación March en mayo de 1981. El objetivo de la primera conferencia es examinar la evolución de los estudios sobre el Romancero desde entonces; sus avances y, en algún caso, estancamientos o retrocesos (no todo progreso es necesariamente lineal).

El «estado del arte» de los trabajos sobre el Romancero, podemos seguirlo en distintos apartados. Básicamente:

—Últimas recolecciones y trabajos de campo.

—Las distintas manifestaciones del Romancero: De los impresos góticos a las grabaciones de campo.

—Catalogación, digitalización y edición de textos romancísticos.

—La geografía del Romancero: las ramas «marginales» (el mundo sefardí, el romancero de los gitanos bajoandaluces).

—El Romancero ante el comparatismo: La balada europea.

—El Romancero como lenguaje poético y como narración.

En la segunda conferencia se propone un examen-reseña temporal, espacial, y temática, de toda la variedad argumental —las historias, los relatos— y estilística, del Romancero, es decir de sus contenidos y sus formas de expresión, desde la Edad Media a nuestros días. Esta rápida panorámica de la variabilidad y los subgéneros del Romancero irá ilustrada con documentos sonoros y de imagen.