María Goyri. Una docena de romances tradicionales

Edición preparada en la Fundación Ramón Menéndez Pidal por Jesús Antonio Cid y África López Zabalegui. Santander/Madrid, 2019.

Sobre doña María y el Romancero se ha dicho ya todo o casi todo. Ella fue la que descubrió, casi por azar, que los romances seguíanvivos en la tradición oral en Castilla. Ella organizó el Archivo del Romancero, que es sin duda el mayor tesoro que se conserva en la casa de Chamartín, ordenándolo por categorías temáticas sencillas pero muy útiles para clasificar el magma de los romances:«Amor fiel», «Esposa desgraciada», «Cautivos», «Regreso del ma-rido», «Burlas», «Incestos», «Mujeres adúlteras», «Mujeres matadoras de hombres», etc., además de las bien consabidas categorías de «romances épicos, históricos, carolingios o noticieros». Pero, además, se interesó en recoger todos los ecos y testimonios de la popularidad del Romancero desde la Edad Media a la actualidad. Son muchos miles y miles las notas que María Goyri acopió recogiendo toda cita, alusión o utilización del Romancero en crónicas, obras teatrales, novelas antiguas y modernas, poemas y hasta hojas de calendario que encontraba en sus lecturas, y que probaban que el Romancero seguía siendo una poesía de uso, y no sólo para eruditos. 

Jesús Antonio Cid, «Evocación y perfil de María Goyri», BILE, núm. 105, julio de 2017, págs. 45-58 (cita en pág. 54)