Luis Vélez de Guevara

LA SERRANA DE LA VERA, de Luis Vélez de Guevara





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LOS QUE HABLAN EN ESTE ACTO TERCERO
Ver Fol. 43r
 
MINGO.
CAMINANTE.
GILA.
DON FERNANDO
DOñA ISABEL.
DON RODRIGO GIRÓN, maestre.
DON LUCAS.
DON GARZÍA.
ANDRÉS.
MADALENA.
PASCUALA, niña.
MúSICOS
GIRALDO.
DON JUAN DE CARAVAJAL, alcalde de la ermandad.
CUADRILLEROS.







ir al inicioir al finalACTO TERCERO

 
De adentro vozes:
 
Redondilla
  Echa ¡hao! a man derecha Ver Fol. 44r
por el camino de abaxo.
Mingo.
No ay atajo sin trabaxo, 2160
cualquiera senda es estrecha;
  temeroso de encontrar
con Gila, que airada y fuerte,
como si fuera la muerte,
nadie quiere perdonar; 2165
  que como en el capitán
su agravio no santisfiço,
y el juramento que hizo
en cuantos vienen y van
  cunpre valerosamente, 2170
siendo tan braba homezida,
que no dexa con la vida
padre, amigo ni pariente
  por aquesa cordillera
me arrojé con un rozín 2175
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º81
que está cerca de su fin.
Nunca io se lo pidiera
  al voticario enprestado,
que no sé en esta ocasión
qué muermo le dio o torzón, 2180
que dio conmigo en el prado;
  y no ay remedio con él
de podelle levantar.
Bueno bolberé al lugar
con esta nueba y sin él. 2185
  Para de aquí a Xarandilla
a pata pudiera ir yo;
¿quién diabros me subió Ver Fol. 44v
de sellalbarda a la silla?
  Ojo, que tendido está; 2190
no ay esperanza tan larga;
él se arrojó con la carga.
Quiero bolber y quizá
  que se levante ser puede,
asiéndole por la cola; 2195
pero temo que ella sola
en la mano se me quede
  según está desmaiado
y tien la cola madura.
Yo tengo poca ventura; 2200
nunca más rozín prestado.
 
Éntrese, y comienze uno a cantar este romanze desde adentro.
 
Romance
Caminante.
Allá en Gargantalaolla,
en la Vera de Plasenzia,
salteóme una serrana
blanca, rubia, ojimorena. 2205
Botín argentado calça,
media pagiza de seda,
alta vasquiña de grana
82LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
que descubre media pierna;
sobre cuerpo[s] de palmilla 2210
suelto ayrosamente lleba
un capote de dos faldas
hecho de la misma mezcla;
 
Agora vaia baxando por la sierra baxo, abriendo una cabaña que estará hecha arriba, Gila la serrana como la pinta el romanze, sin hablar.
 
el cabello, sobre el onbro
lleva partido en dos crenchas, 2215
y una montera redonda
de plumas blancas y negras;
de una pretina dorada,
dorados frascos le cuelgan;
al lado isquierdo un cuchillo, 2220
y en el onbro una escopeta. Ver Fol. 45r
Si saltea con las armas,
tanbién con ojos saltea.
 
Pone agora la escopeta entre las ramas y dize:
 
Gila.
Tente, caminante.
Caminante.
¡Ay Dios!
Gila.
Apéate, acaba.*
Caminante.
Espera.
2225
¡Qué obe de encontralla aquí
pensando que era consexa!
Gila.
¿Dónde vienes?
Caminante.
De Toledo.
Gila.
¿Adónde vas?
Caminante.
A Plasencia.
Gila.
¿Qué dinero llebas?
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º83
Caminante.
Poco.
2230
Gila.
Saca luego quanto llebas.
Caminante.
En esta bolsa va todo;
perdona el ser poco.
Gila.
Muestra.
Tú cantas mal y porfías.
Caminante.
Tu historia pienso que es ésta. 2235
Gila.
Ya sé que es mi historia.
Caminante.
Agora
no solamente en la Vera,
sino en Castilla, no cantan
otra cosa, y tu belleza
y tu fama se aventaxa. 2240
Gila.
¿Parézcote hermosa?
Caminante.
Afrentas
al sol, al alba, a las flores.
Gila.
¿Estimaras que te hiziera
favor?
Caminante.
Y será bien grande
si con la vida me dexas. 2245
Gila.
Esa sierra arriba sube,
que en la cunbre de esa sierra
tengo una choza en que vivo,
de encinas y robles hecha,
donde quiero que conmigo 2250
hasta ver el alba duermas,
que desde allí con el día
podrás pasar a Plasenzia.
Caminante.
Tuyo soy, daréte el alma.
Gila.
Sube.
Caminante.
¿Qué cruzes son éstas?
2255
Gila.
De onbres que he muerto.
Caminante.
Desdizen*
84LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
tu hermosura y tu fiereza. Ver Fol. 45v
Gila.
Tengo razón de mostralla.
Caminante.
¡Qué altas están estas peñas!
Gila.
Pues desde aquí has de ir al río. 2260
(Arrójale.)
Caminante.
Engañásteme, sirena.
Gila.
Tanbién a mí me engañaron.
(Pone una cruz, que estará hecha de dos palos pequeños.)
Esta cruz te debo; tenga
el cielo de ti piedad.
Gente pareze que suena; 2265
otro cayó en el garlito;
no es onbre, pareze bestia,
aunque camina en dos pies,
con silla y freno.
 
Entre Mingo con la silla puesta y apretadas las cinchas y el freno puesto en la cabeza tanbién.
 
Mingo.
¡Qué venga
dêsta suerte un onbre humano 2270
por llevar cosas ajenas!
En sus treze dio el rozín,*
que esto de dar de cabeza
porfiando en una cosa
es de nezios y de bestias; 2275
bien es verdad que acabó
como si un páxaro huera:
todos hemos de parar
en esto mismo por huerza.
¡O necesidad infame 2280
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º85
que a un onbre ensillas y enfrenas!
Pero quien mereze albarda,
no es mucho que silla tenga.
¡Pardiobre!, yo di con Gila.
¿Qué he de her? Mas linda treta 2285
me ofreze el freno y la silla;
que me matará esta fiera
en sabiendo que soy onbre;
oy me a de valer ser bestia.
Yo me pongo en cuatro pies 2290
y tiro cozes soberbias,
y doy saltos y relincho,
y piso y hago corbetas. Ver Fol. 46r
Gila.
Este villano procura
engañarme, y por la mesma 2295
treta coxerle imagino.
Mingo.
¡Ciégala, santa Guiteria!
Gila.
Cavallito, cavallito,
el de las piernas de xerga,
por la virtud que ay en ti 2300
que me digas quién te lleba,
(Mingo pónese en dos pies.)
quién te rije, quién te manda,
quién te da zebada nueba,
quién te enfrena, quién te ensilla,
quién te limpia, quién te ierra. 2305
Mingo.
Por la gracia de Dios Padre
el caballo hablado obiera,
las palabras que dezía
eran en su misma lengua:
Mingo soy, que ando perdido 2310
oy en fegura de bestia,
aunque el mismo papel hazen
muchos vestidos de seda.
86LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
Prestóme por mi desdicha
(o por la suya pudiera 2315
dezir mexor) un cavallo
para llegarme a esta aldea*
allá nuestro voticario,
que según dixo el albéytar,
que nazió con él, cunplía 2320
cincuenta años a estas ierbas,
y dióle tan gran torzón
atravesando esta sierra,
que se quedó como espada,
aunque fue espada sin buelta; 2325
y ensillado y enfrenado,
como ves dêsta manera,
vuelvo a Gargantalaolla. Ver Fol. 46v
Gila.
De tu desdicha me pesa.
Mingo.
Soy desdichado en rozines. 2330
Gila.
Nadie es dichoso con bestias.
¿Qué ay de nuebo en el lugar,
Mingo?
Mingo.
Mil cosas ay nuebas.
Gila.
¿Vive el cura?
Mingo.
Y su sobrina
se hué a casar a Plasencia 2335
con un hidalgo.
Gila.
¿Y el sastre?
Mingo.
Murió.
Gila.
San Dimas le sea
con Dios abogado, Mingo.
Mingo.
El que heredó sus tixeras*
hué el sacristán, porque a todos 2340
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º87
corta de vestir su lengua,
y a dado, a pesar del mundo,*
en ser músico y poeta.
Gila.
No ay cosa agora más fázil.
Mingo.
Tanbién compone comedias 2345
tan malas, que dizen todos:
No las hagas, no las temas.
Gila.
¿Qué se a hecho el escrivano?*
Mingo.
Metido en causas ajenas,
levantando testimoños 2350
y el aranzel por guinea.
Gila.
¿Murió Pero Grullo?
Mingo.
Huesse
a Xarandilla y su nuera
con el sacristán de Cuacos,
que es rofián por la ygreia. 2355
Gila.
¿Y el barbero?
Mingo.
Tabardillos
con el voticario juega,
y van horros** a matar
con el médico y albéytar.
Gila.
¿Y el albardero?
Mingo.
Enbiudó
2360
agora por la cuaresma. Ver Fol. 47r
Gila.
No ay albarda que no mate,
y muchas con maior fuerza.
Mingo.
Y quien las mereze, más.
Gila.
¿Qué se hizo Maricrespa? 2365
Mingo.
Casóse con Juan Carrasco.
Gila.
¿Y mi prima Madalena?
Mingo.
Agora pienso que trata
88LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
de casarse, aunque dessea
irse a Plasencia a vivir.
Gila.
Casen muy enorabuena. 2370
Mingo.
No se usa otra cosa ya,
y no ay quien no se arrepienta,
y sienpre tienen los curas
que her: no abrá quien lo entienda. 2375
Gila.
¿Qué a hecho Dios de mi padre.
Mingo.
Tus desdichas y tu afrenta
pesa a lágrimas.
Gila.
¡Buen viejo!
Mingo.
Diéronle casi por fuerza
la vara de alcalde agora 2380
Gila.
Querrá prenderme con ella.
Mingo.
Dios te libre, Gila, amén
de que la ermandad te prenda,
que a la he que te despachen,
que la de toda la Vera 2385
anda en tu busca.
Gila.
No inporta
mientras yo tengo estas peñas,
donde vivo, por muralla
y estos brazos por defensa.
Mingo.
Quinientos escudos dan 2390
a quien trayga tu cabeza.
Gila.
Escarmentará en la suya
quien no lo hiziere en la ajena.
Mingo.
Mira si me mandas más,
que con una silla a cuestas 2395
aún suele aguarse un rozín. Ver Fol. 47v
Gila.
¿Pues ya, Mingo, no te acuerdas
del juramento que he hecho
hasta que vengue mi ofensa?
Mingo.
Luego ¿soy yo de los honbres 2400
que tanbién entran en cuenta
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º89
de tu venganza?
Gila.
Sí, Mingo.
Mingo.
¿No me escusará siquiera
el hábito de rozín?
Gila.
Si fueras rozín sin lengua, 2405
pudiera ser permitillo;
pero rozín que habla, muera,*
que no hay entre los rozines*
rozín, por poco que sepa,
que por lo menos tal vez 2410
no tire cozes y muerda.
Lo que puedo her por ti,*
Mingo, por ser de una tierra
y en una casa criados,
es que escojas la manera 2415
de muerte que más gustares.
Mingo.
¡Miren qué paño o qué seda
para que corte un vestido!
Gila.
Y esto ha de ser muy apriessa,
que tengo donde acudir, 2420
y e sabido que a Plasencia
van los reyes, y querría
ver si va gente de guerra
con ellos, que puede acaso
ir mi enemigo, y mi ofensa 2425
satisfazer como aguardo;
ya que mi contraria estrella*
quiso que errase el camino
quando le seguí. ¿Qué esperas?
Mingo.
No más de saber de ti Ver Fol. 48r 2430
en qué tantos grados era
90LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
tu pariente este rozín,
que con mi muerte le vengas.
Gila.
No estoy, Mingo, para burlas.
Mingo.
Luego ¿dízeslo de veras? 2435
Gila.
Presto lo verás.
 
De adentro.
 
¡Ataja!
¡Al agua! ¡Al agua!
Gila.
Ésta es fiera
que algunos monteros siguen;
del rey son, porque esta sierra,
de miedo que en ella vivo, 2440
los cazadores respetan.
Mingo, para darte espacio
que tu muerte escoxer puedas,
atado quiero dexarte
de un robre hasta dar la vuelta. 2445
Muestra las manos, que aquí
traigo guardada una cuerda
con que algunos honbres ato
para echarlos dêstas peñas.
(Átale de un roble.)
Mingo.
Como me ves ensillado 2450
y en este prado me dexas,
trabas me quieres echar;
¿quién vio tan grande fiereza?
Gila.
Yo daré la buelta, Mingo,
tan presto que te arrepientas. 2455
 
De adentro.
 
¡Al arroio! ¡Ataja! ¡Ataja!
Gila.
Por aquí las vozes suenan.
 
Éntrese Gila, y diga Mingo atado al roble:
 
Mingo.
Los que rozines matáys
que para un camino os prestan,
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º91
catad bien la historia mía 2460
por que escarmentéys en ella,
que en el trebunal que rixe
la serrana de la Vera
pide su sangre josticia Ver Fol. 48v
contra mi pobre inocencia. 2465
 
De adentro.
 
¡Ataja!
Otro.
Para seguirle,
entre las ramas espesas
de ese xaral intricado
dexó el caballo su alteza.
Mingo.
¡O, si viniese algún onbre 2470
que desatarme pudiera!
 
Entre el rey don Fernando con un venablo.
 
Fernando.
Cebado en el jabalí,
a la falda dêsta sierra
he llegado. ¡O caza!, imagen
justamente de la guerra,* 2475
como de la muerte el sueño.
Mingo.
Un onbre he visto entre aquellas
ramas del xaral; sin duda
es ángel que Dios ordena
que me venga a desatar. 2480
Fernando.
¡Qué peñascos, qué aspereza!
Mingo.
¡Ola!, ¡hao!, onbre de bien.
Fernando.
Allí un onbre me vozea.
Mingo.
¡Hao! ¡A la sierra! ¡Acârriba!
Fernando.
Quiero llegarme más cerca. 2485
Mingo.
Ya viene; gran dicha a sido.
Fernando.
Villano es.
Mingo.
Si escapo dêsta,
a la imagen más debota
92LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
prometo un Mingo de zera.
Fernando.
Atado, si no me engaño, 2490
a un roble está.
Mingo.
Pues las muestras
tenéys de noble, señor,
mostrad oy vuestra nobleza
en desatarme de aquí,
si tenéys de mí clemencia. 2495
 
Comiénzele a desatar.
 
Fernando.
¿Quién dêsta suerte te puso?
Mingo.
La serrana de la Vera. Ver Fol. 49r
Fernando.
¿Esa muger anda aquí?
Mingo.
No tiene palmo esta sierra,
este vosque ni ese valle 2500
donde no aya una cruz puesta
de los onbres que ella mata,
porque las pone ella mesma.
No sé esta ermandad, que an hecho
los reyes, para qué es buena, 2505
pues no prende a este diabro,
que a todos mata y saltea.
Guárdeos Dios, que me abéys dado
la vida, que estaba puesta
al tabrero de su gusto. 2510
Fernando.
¿Cómo te dexó con ella?
Mingo.
Porque tubo aviso aquí
que pasa el rey a Plasencia
a no sé qué nobedades,
juntamente con la reyna, 2515
y piensa que un enemigo,
de quien vengarse dessea,*
vendrá con ellos acaso,
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º93
y hasta dar, señor, la buelta,*
como veys me dexó atado. 2520
Yo me voy, y guardaos dêlla,
que es una tíguere.
Fernando.
Aguarda;
¿cómo vas de esa manera?
Mingo.
Porque quien mata un rozín
está obligado a esta pena. 2525
 
Éntrese Mingo, y dizen de adentro.
 
¡Muera!
Fernando.
¿Qué es esto?
Maestre.
¡Matalda!
Gila.
Aquí aguardo en estas peñas.
Mingo.
Y yo en Gargantalaolla. Ver Fol. 49v
Gila.
Aquí aguarda un onbre; ¡muera!
 
Encara la escopeta, y vuelve la cara el rey don Fernando.
 
Fernando.
Tente, muger.
Gila.
Si la cara
2530
no buelbes, Castilla queda
sin rey, como quedó agora
sin príncipe, que Dios tenga;
que de ti mismo me dió*
luego tu persona nuebas, 2535
si los ojos no me engañan,
de aberte visto en Plasencia;
mas las personas reales
tan grande secreto encierran,
que, aún no siendo conozidas, 2540
con el alma se respetan.
94LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
Fernando.
El rey soy, serrana.
Gila.
Vivas
eternos años y seas
señor de cuanto vee el sol,
con la que es ermosa iedra 2545
de tus brazos, Isabel,
que quitada la montera*
te reverencio, Fernando,
por ley de naturaleza,
como a mi rey y señor. 2550
Fernando.
¿No te he visto yo en Plasencia?
Gila.
Asir un toro me viste
por los cuernos en las fiestas
que te hizieron, y rendillo.
Fernando.
¿Y por qué ocasión salteas 2555
dando muerte a quantos pasan?
Gila.
Por satisfazer la ofensa
de un onbre, y hasta matalle
he prosupuesto que mueran
con solene juramento 2560
cuantos encontrare, y piensa
que tú sólo has sido el onbre Ver Fol. 50r
que perdona mi fiereza,
y no quiebro el juramento,
que el rey es Dios en la tierra, 2565
y en lugar suyo, Fernando,*
la justicia representas.
Y pues no eres onbre, voy
a buscar onbres que puedan
hartar la sed de mi agrabio 2570
que es hidrópica mi afrenta;
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º95
y al que mugeres agrabia,
castigad.
Fernando.
Serrana bella,
guárdate de mi ermandad.
Gila.
Guárdense de mi escopeta. 2575
¿Un onbre no estaba aquí
atado?
Fernando.
Yo por mis mesmas
manos le corté los lazos.
Gila.
A tus manos lo agradezca,
que ése también se me escapa. 2580
 
Entre el maestre don Rodrigo Girón.
 
D. Rodrigo.
Locos nos trae vuestra alteza.
Fernando.
Zebéme en el jabalí,
maestre.
D. Rodrigo.
Dadme licencia
agora para matar
esa muger, esa fiera, 2585
que a muerto quatro monteros
vuestros con esa escopeta.
 
Retirándose Gila.
 
Gila.
Maestre de Calatraba,
reportaos, por vida vuestra,*
que aún ay dentro munición 2590
y está el gatillo muy cerca.
Fernando.
Dexalda. Vete.
Gila.
Yo haré
lo que me mandéys, y advierta
vueltra alteza que esta vida
me debe más.
96LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
Maestre.
Ésa es deuda
2595
que yo os la agradezco y todo. Ver Fol. 50v
Gila.
Guarde Dios a vuezelencia.
(Vase.)
D. Rodrigo.
¡Estraña muger!
Fernando.
¡Notable!
Vamos a buscar la reyna.
D. Rodrigo.
Un cavallo tengo aquí. 2600
Fernando.
No será la vez primera
que a sus reyes dan cavallos
los Girones. **
D. Rodrigo.
Vuestra alteza
como quien es sabe onrrarnos.
Fernando.
Con grande estremo me lleba, 2605
maestre, admirado agora
la serrana de la Vera.
 
Vanse.
 
 
Salgan de camino con botas y espuelas Don Lucas y Don García y ferreruelos puestos.
 
Endecasílabo
Capitán.
Andrés, quita esos frenos a las mulas,
pues el camino emos perdido y vamos
tan cansados, que luego encontraremos 2610
pastor o caminante que nos ponga
en el real camino de Plasencia.
 
Entre Andrés con la bota.
 
Andrés.
Mientras ay vota, puede aber paciencia.
  Brindis, señor don Lucas, y rebrindis
al señor don Garzía.
D. Garzía.
Con el agua
2615
de ese arroyuelo la razón haremos,
que conbida al sediento y caluroso
en búcaros de juncia bulliciosso.
Andrés.
No dijera un poeta de romanzes
eso mexor, pintado un verde prado, 2620
y más quando su dama lo a pisado.
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º97
Capitán.
Sobre la ierba que éste nos ofreze,
hasta ver si pareze alguna guía,
reclinemos los cuerpos, don Garzía.
D. Garzía.
  Soy de ese parezer. Ver Fol. 51r
Andrés.
Y yo del propio.
2625
(Tiéndese sobre la ierba.)
Sirva lo que he bebido de frezada*
y la señora bota de almohada.
  Gracias a Dios que me sacó tan presto*
del engaño cruel de ser soldado,
sujeto, sin ser fraile ni pupilo, 2630
a tantas necedades y miserias.
Toda mi dicha estuvo reformaros,
que luego al nuevo capitán y alférez
di trascarton, y quise más ser mozo
del camino que ser en la melicia 2635
maese de campo de cuarenta terzios
aunque pienso volverme a mis guitarras
y estar pienso en un carro más honrado:*
que el sol es carretero y no soldado.
Capitán.
  ¡Qué hará Gileta agora, don Garzía? 2640
D. Garzía.
Lo que an hecho otra muchas: remendarse
y darse a un boquimuelle de su pueblo,
por sana de los pies y de las manos,
que eso duendes y leguas ay muy pocos
que las entiendan ni los aian visto. 2645
Andrés.
¡Jo, rucia! ¡Jo! ¡Te voto a Jerolisto!
¡Ah, mohina. Pardiós si me levanto!
¿Cozes das?
D. Garzía.
Las aciones de los frenos
98LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
an ronpido.
Andrés.
¡Jo, rucia! ¡Jo, mohina!
(Levántase Andrés.)
Capitán.
  Sueltas van.
Andrés.
El diablo que las tenga
2650
si de la sierra la vereda coxen.
(Éntrase tras ellas Andrés.)
Capitán.
Vámoslas a ataxar por esta parte.
D. Garzía.
Dificultosas son no pongas [duda]*
de coxer y mudar de [parezeres]
cuando se sueltan mulas y mugeres. Ver Fol. 51v 2655
 
Éntrese y salgan agora labradores cantando y bailando, y Madalena y Pascuala niña, y lo que cantan es esto:
 
Zéjel
  Salteóme la serrana
juntico al pie de la cabaña.
  Serrana, cuerpo garrido,
manos blancas, ojos bellidos,
salteóme en escondido, 2660
juntico al pie de la cabaña.
  Salteóme la serrana
juntico al pie de la cabaña.
  Serrana, cuerpo lozano,
ojos negros, blancas manos, 2665
salteóme en escampado,
juntico al pie de la cabaña.
  Salteóme la serrana
juntico al pie de la cabaña.
Redondilla
Madalena.
  Huyamos, porque esta fiera 2670
sobre nosotros está,
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º99
y nadie se escapará
si fuesse su padre.
 
Entre tanto por abaxo Gila. Huyen todos y coxe Gila a Pascuala la niña.
 
Gila.
Espera.
Pascuala.
  ¡Ay, desdichada de mí!
Gila.
¿Qué temes? ¿No os santisfaze 2675
que sólo mi furor haze
mal a los onbres aquí
  y que a las mugeres no?
Que el que he de satisfazer
es agravio de muger, 2680
y soy la ofendida yo.
Pascuala.
  Ante pintado tan fiera,
Gila, que no ay de tu nonbre
solmente quien no se asonbre. Ver Fol. 52r 2655
Gila.
Más blanda soy.
Pascuala.
¡Tirte huera!
2685
  para quien huere tan boba
que se fíe de tu amor.
Gila.
Soldemente mi furor
a los onbres mata y roba,
  que a las mugeres regalo, 2690
y con este exenplo aviso.
Pascuala.
La que engañan, se lo quiso...,*
porque no ay onbre tan malo
  que cuando da la muger
cozes, la pueda ensillar. 2695
Gila.
¿Qué dizen en el lugar
de mí?
Pascuala.
Que eres Locifer,
  saltavardales,** machorra,
100LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
el coco de las consejas,
el lobo de sus ovexas, 2700
de sus gallinas la zorra;
  los niños callan contigo,
los onbres huien de ti,
los viejos dizen que así
hué la Caba de Rodrigo; 2705
  las mozas que otra parexa
no tubo el mundo, y el cura
como ñublo te conjura
a la puerta de la ygrexa;
  cada vez que nuevas dan 2710
de tu condición ingrata,
descomulgándote, mata
candelas el sacristán;
  y dizen que en haz y en paz
de toda esta serranía Ver Fol. 52v 2715
te an de colgar algún día
como razimo de agraz.
Gila.
  Como eso dirán de mí,
¿por qué a prenderme no vienen?

Pascuala.
Gila, en veluntad lo tienen.* 2720
Gila.
Vengan, pues, que desde allí
  peñascos an de llober
por esta mano arrojados,
que no dexen onbre.
Pascuala.
Armados
cien onbres, escuché aier, 2725
  que con la santa ermandad
de Plasencia andan tras ti;
guárdate, Gila.
Gila.
No vi
maior donayre y beldad.
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º101
  Dezid, ¿de adónde, Pascuala, 2730
toda esa gente venía?
Pascuala.
Gila, de una romería,
que no a quedado zagala
  ni labrador en la villa
que no aya acudido allá. 2735
Gila.
De esa fiesta tengo ya*
noticia.
Pascuala.
Y hué maravilla
  dar con nosotros aquí,
siendo éste tan apartado
camino.
Gila.
Tras un cuydado
2740
que me trae fuera de mí,
  que debió ser fantasía
de mi loco pensamiento,
vaxé aquí imitando el viento.
Ya se va acabando el día; 2745
  vete, Pascuala.
Pascuala.
Adiós, pues.
Gila.
¿Sabrás el camino? Ver Fol. 53r 2715
Pascuala.
Sí,
y ay muy poco desde aquí
al lugar.
Gila.
Si acaso ves
  a mi padre, no le digas 2750
que me as visto ni encontrado.
Pascuala.
Él está contigo ayrado;
picándote están ortigas.
Gila.
  No; estoy muy segura aquí,
puesto que si me acomete 2755
el mundo, no importa. Vete,
y a los del lugar les di
102LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
  que se guarden de mí.
Pascuala.
Adiós.
(Vase yendo la niña Pascuala.)
Gila.
Y que si dan en hablar,
que iré a abrasar el lugar. 2760
Pascuala.
Malos años para vos.*
Gila.
  ¿Mi furor no te acobarda?
Pascuala.
Alcanzarme es por demás.
Gila, aquí regañarás
con sal y vinagre. **
Gila.
Aguarda.
2765
 
Vase la niña corriendo.
 
  Notable grazia ha tenido.
La noche vaxa, yo quiero
retirarme.
 
Entre Andrés sólo agora.
 
Andrés.
Desespero;
cansado vengo y rendido;
  las mulas se an despeñado 2770
dêsta sierra áspera y fría,
o para desdicha mía
la tierra las a tragado.
  Al diablo doy oficio
de tanta costa de pies 2775
y de tan poco interés.
Vengo perdiendo el juicio.
  ¡Bibe Dios! Si contra mí
un millón de onbres vaxara,*
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º103
que con todos me matara. Ver Fol. 53v 2780
Una muher está aquí.
Gila.
  Éste a perdido el camino
y ha dado con gentil guía.
Andrés.
¿A quién digo? ¡A tía! ¡A tía!
Gila.
¿Qué es lo que mandáys, sobrino? 2785
Andrés.
  ¿Abéis visto por aquí
dos mulas?
Gila.
Cada momento
encuentro bestias.
Andrés.
Contento
para pullas vengo.
Gila.
A mí
  me pesa que no vengáys 2790
de muy buen gusto. ¿Soys mozo
de mulas?
Andrés.
Lindo escorrozo. **
Soy el diablo.
Gila.
No habláys
  para onbre de bien muy bien.
Andrés.
¡O cuerpo de Dios con ella! 2795
¿Qué he de hablar quando la estrella **
de Venus en la sartén
  de la noche con las otras
sale a estrellarse, y yo estoy
de manera que voy,* 2800
las plantas llenas de potras
  como ell ánima tanbién;
cansado, errado el camino,*
sin mulas, con poco vino?
Mirad con quién y sin quién. ** 2805
Gila.
  Ya es fuerza tener paciencia;
104LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
pues que no podéys llegar
agora a ningún lugar,
a la Venta ni a Plasencia,
  yo os daré donde esta noche 2810
paséys muy bien y zenéys
y con el alba saldréys.
Andrés.
Quando tendido en un coche Ver Fol. 54r
  o en una litera fuera,
el ospedaxe acetara. 2815
¿Dormís sola, linda cara?
Gila.
No ay serrana de la Vera
  que acudir más libre pueda*
a lo que fuerdes serbido,
porque me avéys parezido 2820
muy bien.
Andrés.
Oy pongo a la rueda
  de la fortuna mil clabos;
perdello todo es razón,
pues de vuestros ojos son
mis pensamientos esclabos. 2825
Gila.
  Comenzá a subir.
Andrés.
¿Por dónde?
Gila.
Por esas peñas, que allí
tengo yo mi choza.
Andrés.
Así,
pues tu amor me corresponde,
  estubiera sobre el sol 2830
y aún sobre el sol fa mi re,
que allá entrara, por la fee
de soldado y español.
Gila.
  Sube.
Andrés.
Ya voy agarrando.
Gila.
Pues te cansas, dueño mío, 2835
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º105
desde este peñasco al río
quiero que vaxes bolando.
Andrés.
  No me despeñes, espera.
¿Quién eres, muger ingrata?
Gila.
Gila, fanfarrón, te mata, 2840
la serrana de la Vera.
(Arrójale y dize luego.)
  Esto vastará por oy,
porque ya la sonbra obscura
vestir los montes procura
de miedo y luto, y yo soy 2845
  de poco provecho aquí Ver Fol. 54v
si nuebos lanzes espero.
Entrarme en mi choza quiero
y esperar al sol allí
  para bolber a buscar 2850
vidas, Gila, en que te zebes.
¡A noche!, lo que me debes,
¿quándo me lo as de pagar?
 
Éntrese en su choza y salga don Lucas, perdido, diziéndo.
 
Décima
Capitán.
¡Noche obscura! ¡A madre elada
del engaño y la ocasión!, 2855
que al amante y al ladrón
das de una suerte posada,
de cuia capa estrellada
se visten tantas trayciones,
tantas varias invenciones, 2860
tantos ardides y enrredos,
tantas vergüenzas y miedos,
tanto onor en opiniones,
  ¿dónde me bas remontando
del camino y del lugar?, 2865
que por preciarte de errar
106LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
quieres que camine errando,
que voy perdiendo y buscando,
entre peñascos y estrellas,
dellos espantadas ellas, 2870
dellas ellos respetados,
tanto que están coronados
de sus blancas luzes bellas.
  En ese xaral espeso
perdí al tramontar del día 2875
con el sol a don Garzía,
que iguala un propio sucesso.* Ver Fol. 55r
Que voy con miedo confiesso;
no ay rama que se me ofrezca
que un onbre no me parezca. 2880
¡O! Si el alba con llorar
perlas*, diesse en sobornar*
al sol para que amanezca.
  Todo con la sonbra vana
me altera y me desconfía; 2885
hidalga cosa es el día
cuanto es la noche villana.
¡O sol!, de la espuma cana
saca tu roxa cabeza,
restituye la belleza 2890
que robó la sonbra escura,*
por que venza tu hermosura
a su cobarde tristeza.
  Malaia, amén, la ocasión
de desatinos iguales; 2895
pero quien sigue animales
mereze este galardón.
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º107
Altas estas peñas son,
no ay camino por aquí;
pareze que he visto allí 2900
luz; aunque lexos está,
he de caminar allá.
Lunbre es de pastores, sí;
  cabaña debe de ser;
parece que está en el zielo. 2905
Que pueda llegar rezelo,
aunque he de hazer por poder,*
que mexor podré tener Ver Fol. 55v
la noche allí que en la sierra,
donde me aperciben guerra, 2910
miedo, sueño y noche fría,
que presto el sol con el día
del mar saltará a la tierra.
(Llegue tentando.)
  Gracias a Dios que llegué.
Ésta es la puerta; durmiendo 2915
deben de estar; yo pretendo
llamar, que ésta dicha fué.
De la noche pasaré
aquí lo que pueda ya.
 
Llama el Capitán, y responde Gila de adentro.
 
Capitán.
¡A de la choza!
Gila.
¿Quién va?
2920
Capitán.
Amigos.
Gila.
No puede ser;*
mas ya me levanto a ber
108LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
quién ese nonbre se da.
Capitán.
  La voz que me a respondido
dentro de aquesta cabaña, 2925
si el sentido no me engaña,
de muger me ha parezido.
Mas si el haberme perdido
fuesse de inportanzia alguna
para darme la fortuna 2930
alguna hermosa serrana
con quien la alegre mañana
me pareciesse inportuna;
  que toda esta Vera da,
entre los muchos frutales, 2935
hermosuras celestiales,
y alguna en la sierra está.
La puerta an abierto ya.
 
Salga Gila con la escopeta a la puerta.
 
Gila.
¿Quién es? Ver Fol. 56r
Capitán.
Un perdido soy,
que no acierto dónde estoy. 2940
Gila.
¿Dónde vays que así os perdéys?
Capitán.
Mujer es.
Gila.
¿No respondéys?
Capitán.
Serrana, a Plasencia voy.
Gila.
  Pues ¿qué os truxo por aquí?
Capitán.
Perdí las mulas aier, 2945
y un amigo por correr
tras ellas; y me perdí
justamente, pues así
perdido supe ganarme,
pues a perderme y hallarme 2950
vengo en vos, serrana mía.
Gila.
Esa voz conozco.
Capitán.
El día
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º109
con vos podrá acreditarme,
  porque soy onbre de bien
y el talle es información. 2955
Gila.
Muy pocos onbres lo son,
aunque lo dizen tanbién.
Capitán.
El comenzar por desdén
es señal que he de ganar.
Gila.
Tahur os queréys mostrar 2960
de amor.
Capitán.
Soy acuchillado.
Gila.
¿Sois de Plasencia?
Capitán.
Y onrrado.
¿Conocéys en el lugar
  gente?
Gila.
A los más principales
que sangre Plasencia dio 2965
con tanto valor.
Capitán.
Pues yo
soy de los Caravajales.
Gila.
Al mismo rey son iguales.
¿Qué nombre tenéis?
Capitán.
Se[rrana],*
don Lucas.
Gila.
No [salió vana]*
2970
mi sospecha. Ver Fol. 56v
Capitán.
De la guerra*
buelbo a vivir a mi tierra
y a retirarme con gana
  de tomar en ella estado,
de una hermosa compañía 2975
que saqué de infantería
110LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
de la Vera, reformado.
Gila.
A buen puerto habéys llegado.
Noche, piedad as tenido,
pues que me as restituydo 2980
la ocasión que me debías
para las venganzas mías,
aunque en largas me as traydo;*
  oy* contigo cuentas hago,*
y pues satisfecha estoy* 2985
de lo que me debes, oy
te daré carta de pago,
que aunque es maior el estrago
de las costas que te he hecho
por cobrar de ti, sospecho, 2990
según duró mi esperanza,
que no llega la venganza
al agrabio de mi pecho.
Capitán.
  Serrana, suspensa estás;
si satisfecha de mí 2995
me quisieres dar aquí
posada, merzed me harás.
Gila.
Ya no an de engañarme más,
porque de uno me fié
como vos, y dêl quedé, 3000
de que me quiso engañada,
infamemente burlada,
y él a la guerra se hué,
  que era tanbién capitán Ver Fol. 57r
como vos, y se llamaba 3005
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º111
don Lucas, y se preciaba
del apellido que os dan;
muy traydor y muy galán,
muy noble y muy fementido,
muy falso y muy bien nacido, 3010
muy valiente y muy cruel;
y a la he, si no soys él,*
que me lo habéys parezido.
Capitán.
  En notable confusión
este sucesso me ha puesto; 3015
sueño pareze que es esto,
pintura, imaginación;
Gila es ésta, y éstas son
quexas de que dueño he sido.
¡A gentil puerto he venido! 3020
Pero, ¿qué puerto ha de hallar
quien de la noche en el mar
corre tormenta perdido?
  Y apelar a bien no espero,
pues de plano he confesado. 3025
Gila.
Voz parezéis onbre onrrado*
y daros posada quiero.
Capitán.
No, serrana, que el luzero
de la aurora desafía
a la noche con el día; 3030
yo agradezco ese favor;
quedaos adiós.
Gila.
No, señor,
mi güesped abéys de ser.
Capitán.
Estáis sola y sois muger,
y yo estimo vuestro onor. 3035
Gila.
¿De cuándo acá lo estimáys? Ver Fol. 57v
112LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
Capitán.
Desde el día en que nací.
Gila.
Mentís, que ay testigo aquí
de que verdades no habláys.
Yo soy Gila, a quien estáys 3040
deudor de tan justa quexa,
que el delito os aconsexa
lo mismo que vos huys,
y a la cárzel os venís
por entraros en la ygrexa; 3045
  que* el cielo, a quien traydor fuistes,*
con esta noche me anpara,
por que en ella me vengara
de la que vos me ofendistes;
y puesto que os encubristes 3050
con la mentirosa capa
que tantos delitos tapa,
de tal manera saltea,
roba mi onor y capea,*
que aún la noche no se escapa, 3055
  oy de los onbros le quito
la capa a la noche fría,
aunque lo mismo haze el día,
que en esta ocasión imito.
Mi venganza solicito, 3060
y en estando yo vengada,
los exes de la estrellada
fábrica sobre mí den,
porque no espera otro bien
una muger agrabiada. 3065
Capitán.
  Gila, palabra te di
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º113
de ser tu esposo. Aquí estoy:
tu esposo y tu esclabo soy. Ver Fol. 58r
Gila.
Ya es tarde, ingrato. De aquí
has de volar, pues por ti 3070
al zielo he sido traydora
con tantas culpas.
Capitán.
¡Señora!
Gila.
No ay ruego que mi onra estrague,
quien tal haze, que tal pague,
y cáigase el zielo agora. 3075
 
Arrójale, y luego dizen de adentro por arriba y por abaxo, coxiéndola en medio.
 
Primero.
  Ésta es su choza.
Don Juan.
Abrasalda.
Gila.
Ya no ay temor que me altere.
Don Juan.
Quando darse no quisiere,
muera, abrasalda, quemalda.
Gila.
Por la cunbre y por la falda 3080
vienen a coxerme en medio;
ya no ay de escapar remedio.
 
Por arriba cuadrilleros con arcabuzes, por abaxo tanbién, y con ellos don Juan de Caravajal, alcalde de la ermandad de Plasencia, y Giraldo, padre de Gila, tanbién con su vara, y Mingo tanbién, como cuadrillero.
 
Mingo.
Aquí está.
Don Juan.
Llegad, llegad.
Tente a la santa ermandad.
Gila.
¿Qué haré? Que ronper por medio 3085
es imposible. Ya estoy
vengada, y esto ha de ser.
Giraldo.
Acaba, date, muger.*
114LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
Gila.
Tu hija pienso que soy.
Giraldo.
Esse nonbre no te doy 3090
por las crueldades que as hecho.
Tú eres hija de ese pecho
cruel, que no pude yo
engendrarte.
Gila.
¿Por qué no?
si me a forzado mi afrenta.* 3095
Giraldo.
Al zielo darás la cuenta,
pues tu castigo ll[egó],*
  que a permitido que venga Ver Fol. 58v
a prenderte yo tanbién.
Gila.
Padre, habéys hecho muy bien.
Giraldo.
Tu engaño no nos detenga: 3100
date a prisión.
Gila.
Oy se venga
mi onor, y llega con él
de la fortuna cruel
la temida execución. 3105
Don Juan.
Acaba, date a prisión.
Gila.
Las manos rindo al cordel.
Don Juan.
  Rinde las armas primero.
Gila.
¿Aún teméys con tanta gente?
A mi padre solamente 3110
rendir las armas espero,
que aunque vos sois cavallero,
para mí es mi padre más.
Giraldo.
Muestra.
Don Juan.
No e visto jamás
en onbre tan gran valor. 3115
 
Dale a Giraldo la escopeta y el cuchillo de monte.
 
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º115
Gila.
Vengué, en efeto, mi onor.*
Don Juan.
Esposas.
Mingo.
Perdonarás
  a Mingo este atrebimiento,
porque me an cabido a mí.
Gila.
Si yo te matara a ti, 3120
escusara el cunplimiento.
(Pónele las esposas.)
Don Juan.
Grillos y cadenas.
Gila.
El viento
no me llebará, señor
alcalde.
Don Juan.
¡Estraño valor!
Gila.
No ay sino tener paciencia. 3125
 
Pónenle a los pies grillos y una cadena.
 
Cuadrillero.
Ya está esto puesto.
Don Juan.
A Plasencia.
Gila.
Vengué, en efeto, mi onor.
 
Vanse todos rodeando a Gila con los arcabuzes, y salga don Fernando.
 
Terceto
Fernando.
  No se puede pintar la gallardía,*
la belleza, el valor de la serrana.
Isabel.
Zelos me days, por vuestra vida y mía. 3130
Fernando.
  ¿A vos os puede dar muger humana Ver Fol. 59r
zelos, siendo vos zielo de mis ojos?
Isabel.
Tal vez suele agradar una villana
  como tosco manjar, que por antojos
da el arto del faisán al apetito. 3135
116LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
Fernando.
Nunca al amor da el gusto esos enojos;
  mas necio vengo a ser, pues solicito
daros satisfazión, Isabel mía,
del que vos conozéys, y es infinito.
  Dadme esos brazos por que envidie el día 3140
los que io os diere a vos, si la serrana
a zelos con mi amor os desafía;
  que por la vida de Isabel y Juana,
que voy con intención de que se prenda,
porque demás de ser tan inumana, 3145
  no ay en la Vera de Plasencia senda
ni camino que dêlla esté seguro.
Isabel.
Pues la ermandad es bien que en eso entienda.*
Fernando.
  Sírbenle de defensa y alto muro
esa sierra en que está, y así es en vano 3150
el llegalla a prender; mas yo procuro
  con cuatro conpañías desde el llano
vatirle esos peñascos.
Isabel.
¿Qué ay, maestre?
D. Rodrigo.
La ermandad de Plasencia, que con mano
  armada asalta esa muralla alpestre* 3155
de esos riscos, a preso a la sserrana,
por que el valor de la ermandad se muestre,
  llebándola a Plasencia esta mañana,
adonde abrán de hazer justicia dêlla,
sino es que apela a la piedad cristiana 3160
  de vuestros pechos.
Fernando.
La común querella,
los atrozes delitos no permi[ten]*
que se tenga piedad, Girón, con ella, Ver Fol. 59v
  y no es razón que a la ermandad le quiten,
pues que tan nueba está, las esenciones 3165
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º117
que nuestros previlegios les admiten.
  Castiguen como es justo a los ladrones,
sin que aya apelación, que dêsta suerte
se evitarán muy grandes ocasiones,
  fuera de que ésta a dado a muchos muerte 3170
y la mereze por razón de estado.
D. Rodrigo.
Con intención justísima lo advierte
  vuestra alteza, señor.
Isabel.
Pena me a dado,
sabiendo que es muger.
Nuño.
Ya las literas
aguardan y las guardas an llegado.
Fernando.
  Partamos a Plasencia. Las primeras
sospechas brebemente os desengañan. 3175
Isabel.
No las tube jamás por verdaderas,
aunque al amor los zelos aconpañan.
 
Éntrese. Salga don Garzía solo.
 
Romance
D. Garzía.
Perdido ya de dos días 3180
vengo a dar en las murallas
de Plasencia, sin saber
de Andrés ni de don Lucas nada,
de las mulas, ni de mí,
que aún pienso que no se acaban 3185
los xarales y las peñas
dêstas dos noches pasadas.
Temo por lo que me an dicho
de Gila, de la serrana
a quien don Lucas burló, 3190
no aya tomado venganza,
pues por esta causa sólo
en la sierra salteaba,
y sin querer ni sabello
perdido pudo encontralla. 3195
De la ciudad sale gente,
118LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
quiero saber a qué causa, Ver Fol. 60r
que me pareze en la prisa
nobedad.
 
Madalena y Pascuala.
 
Madalena.
Anda, Pascuala.
Pascuala.
No voy de pesar en mí 3200
D. Garzía.
¿Qué es esto, hermosas serranas?
Madalena.
Es la desdicha maior
que se a visto.
D. Garzía.
¿Cómo?
Madalena.
Sacan
a josticiar aquí huera
de la ciudad, como manda 3205
la santa ermandad, a Gila,
esa serrana gallarda
que entre Gargantalaolla
y Plasencia salteaba.
Don Juan de Caravajal, 3210
que es alcalde de la santa
hermandad, la prendió, y toda
la de la Vera en su guarda,
que de aber muerto a don Lucas,
su primo, toma venganza 3215
con esto.
D. Garzía.
¿A don Lucas dizes
que a muerto?
Madalena.
Eso es cosa crara
Quedaos a Dios, que ya llega.
Pascuala.
Vamos.
 
Póngase Pascuala a un lado, y Madalena en el tablado.
 
D. Garzía.
Nunca miente el alma;
pareze sueño. Las nuebas, 3220
aunque de mí rezeladas,
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º119
me an dexado sin sentido.
Vengóse al fin la serrana.
Dios te perdone, don Lucas,
de tantas desdichas causa. 3225
 
Éntrese don Garzía, y suenen agora canpanillas, y salgan cuadrilleros con vallestas y flechas en ellas, capotes verdes de dos faldas, y luego Gila con esposas en las manos, como la prendieron, y don Juan con su vara detrás, de negro, vestido con ferreruelo, y Giraldo con vara tanbién.
 
Gila.
Nadie de mí se lastime,
los que me ven tan amarga
muerte morir, porque yo
no la tengo por desgracia;
contenta muero por ver 3230
que el cielo, con ésta, traza
de mi predestinazión Ver Fol. 60v
el bien que mi muerte aguarda,
que de otra suerte pareze:
que fuera inposible, a causa 3235
de los delitos que he hecho
sólo por tomar venganza,
que, sin robos y salteos,
por estas manos ingratas
tengo a cargo dos mil vidas, 3240
de que pido perdón.
Pascuala.
Rasgan,
Madalena, el corazón
sus razones.
Madalena.
Sí, Pascuala.
Gila.
¡A padre! ¡A señor!
Giraldo.
¿Qué quieres?
Gila.
Escúchame una palabra. 3245
Giraldo.
¿Qué dizes?
Gila.
Llega el oydo.
120LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
Madalena.
Querrá encargalle su alma.
Gila.
Llégate más.
Giraldo.
Ya me llego.*
¿La orexa, ingrata, me arrancas
con los dientes?
Gila.
Padre, sí,
3250
que esto mereze quien pasa
por las libertades todas
de los hijos. Si tú usaras
rigor conmigo al principio
de mi inclinación gallarda, 3255
yo no llegara a este extremo:
escarmienten en tus canas
y en mí los que tienen hijos.
Giraldo.
Confiesso que es justa paga
a mi descuido.
Don Juan.
¡Estraña cosa!
3260
Subid con ella.
 
Éntrese con ella agora, y queden Pascuala y Madalena.
 
Madalena.
Pascuala,
¿as visto tal cosa?
Pascuala.
El viejo
sangre y lágrimas derrama.
Madalena.
Al palo llegan con ella.
Pascuala.
Ya la arriman, ya la at[an].* 3265
Madalena.
Pascuala, los cuadrilleros
se aperciben a tiralla,
que ya el verdugo [le pone]*
el garrote a la garganta. ** Ver Fol. 61r
  LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º121
Pascuala.
Perdónete Dios, amén. 3270
Madalena.
Ésta hué tu estrella amarga;
nunca nazieras al mundo.
Pascuala.
Mexor fue nazer, pues pasa
desde aquel palo a una vida
que eternamente se acaba. 3275
Madalena.
Ya disparan las saetas
los cuadrilleros, Pascuala.
Pascuala.
A San Sebastián pareze.
 
Maestre de adentro.
 
D. Rodrigo.
Aquí es el suplicio. ¡Plaza!
Madalena.
Pascuala, éstos son los reyes. 3280
Pascuala.
¡O, si primero llegaran!
Madalena.
Adrede llegan agora,
porque quieren que su santa
ermandad castigue.
 
Entre don Fernando y doña Isabel, y el maestre y los que pudieren de acompañamiento, y corren el tafetán, y parezca Gila en el palo, arriba, llena de saetas y el cabello sobre el rostro, y salgan abaxo Giraldo y don Juan.
 
Fernando.
A sido
justo castigo.
Madalena.
Bizarra
3285
quedó en el palo tanbién.
Isabel.
A mí me enterneze el alma.
Don Juan.
Éste es su padre, señor.
Fernando.
No sé qué merzed os haga,
don Juan, por este servicio, 3290
sino es que tengáys la vara
perpetua en Plasencia.
Don Juan.
Veso
vuestras generosas plantas.
Fernando.
Y a vos, que luego os entrieguen
122LA SERRANA DE LA VERA.- Acto 3.º
el cuerpo para enterralla, 3295
quedando allí una memoria
que de exenplo sirva a España,
haciéndoos franco tanbién.
Giraldo.
Vuestra piedad nos anpara,
que ésta fue desdicha mía. 3300
D. Rodrigo.
Ya puesto en orden aguarda
de Plasencia el regimiento. Ver Fol. 61v
Fernando.
Vamos, señora.
D. Rodrigo.
Aquí acaba
la Serrana de la Vera,
que fue prodigio de España. 3305

 
 
LAUS DEO
 
Fin de la tragedia de LA SERRANA DE LA VERA.- En Valladolid
a 7 (sic) de 1603.- Luis Véz de Guevara.
- [Rúbrica.]
 
 
Para la señora Jusepa Vaca.- [Rúbrica.]
 

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